miércoles, 30 de mayo de 2012

Valentín, el castañero de la Herrería.

De repente ya nunca más volveremos a ver al conductor de esa vieja máquina de tren en la Plaza de la Herrería. Se nos ha ido Valentín, el "Castañero de la Herrería", sin avisar, y como suele pasar con todos las gentes entrañables de nuestra Pontevedra, sin hacer ruido. Poco a poco la enblemática plaza pontevedresa se va quedando huérfana de sus personajes queridos. Le recuerdo de niño cuando vendía castañas detrás de la iglesia de la Peregrina, al lado de la fuente, enfrente del quiosco de Paredes hasta que se "instaló" en la Herrería junto al otro castañero, Herrero, Ahí se juntaba con Gelucho, María la del Carrillo y Luis, el limpiabotas, conformando en la histórica plaza un entorno de personajes muy queridos en la Pontevedra de los años setenta. Aunque la vieja locomotora ya tiene heredero en la persona de uno de sus hijos, será dificil y muy triste ver cuando llegue el otoño que ya no esté uno de los nuestros en su destino, como así ha sido durante más de medio siglo. Valentín, desde ahora hay una estrella mas hay en el cielo.



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